Los hombres y las mujeres suelen reaccionar de manera distinta ante las lesiones. Esto puede ser debido a los estereotipos de género en los deportes. Las mujeres suelen comportarse más duras para no parecer como una “mujer débil.” Pero las lesiones deben de cuidarse inmediatamente para que no se compliquen después.
Una mujer se lastimó la cadera mientras jugaba basquetbol en la preparatoria. Después de su tratamiento siguió jugando intensamente, eventualmente entrando a un equipo universitario, pero continuó adquiriendo lesiones. A los 19 su doctor le dijo que sus rodillas eran las de una mujer de 45 años, así que dejó el basquetbol y tiene que usar aparatos para las rodillas.
Pero no estamos diciendo que las mujeres jóvenes debería dejar el deporte ni que las atletas deberían dejar la actividad física a los 20. De hecho, es mejor que vayan regularmente al gimnasio, pero con tal de elegir sus actividades de manera inteligente y que le hagan caso a sus cuerpos.
Alternar entre rutinas que son de alto impacto y de bajo impacto junto con días de descanso pueden asegurar que no le causes mucho estrés a una sola parte de tu cuerpo. Además, si tienes una lesión en una extremidad, es probable que tendrás un desbalance en tu centro.
Para descubrir estos desbalances, haz cualquiera de estas dos pruebas: ponte de rodillas con las manos en el piso, luego levanta una mano y la pierna contraria y fijate qué tanto tambaleas, repite con las otras extremidades, notarás la diferencia. La otra prueba consiste en que hagas una sentadilla, manteniendo el pecho arriba. Si tus rodillas se van de frente, tu peso se va más hacia un lado con los talones levantados o tu pelvis esta inclinado hacia delante, todo esto es señal de que algo no esta en orden.
Haz más ejercicios que se enfoquen en un solo lado de tu cuerpo, comienza con el lado más débil y has tantas repeticiones que puedas con buena forma, luego haz lo mismo del otro lado.
Estos desbalances pueden ser exagerados por un estilo de vida sedentario. Quedarte sentado en un escritorio por horas y luego haciendo una rutina dura de ejercicio puede ser la receta perfecta para una lesión. El cuerpo necesita el tiempo adecuado para prepararse y recuperarse. Siempre que hagas ejercicio debes pasar al menos 10-15 minutos calentando antes o después.
La posibilidad de lesionarte no es excusa para dejar de hacer ejercicio tampoco. Con tal de que hagas una rutina tan dura o fácil como te acomode, simplemente debes tener la mentalidad correcta: más preparación, trabaja duro, juega duro y recuperate más duro.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.